Hay fabricantes que en algunos modelos prescinden de ciertas informaciones en el cuadro de relojes. No es difícil encontrar coches que no nos ofrezcan una lectura de la temperatura del motor más allá de un LED azul o rojo para las situaciones en las que el motor está frío o caliente, respectivamente. Del mismo modo, encontramos también coches sin cuentarrevoluciones. Lo que nunca ha faltado, ni faltará, es un indicador de combustible.
Este puede ser un reloj con una aguja que se mueve en su interior o un gráfico digital. Su función es muy sencilla, pero primordial. Nos indica la cantidad de combustible restante en el depósito y nos previene, mediante advertencias o la clásica luz de reserva, de que nos quedemos en una cuneta con el coche parado, sin combustible. El indicador de combustible, como cualquier otro elemento de un coche, puede dar problemas.

Algunos indicadores de gasolina son digitales
Estos pueden ser muy diversos, pero lo más habitual es que la aguja pueda quedar atascada en una posición determinada (normalmente al máximo o al mínimo) o que tenga una deriva y marque de más o de menos. En ocasiones también ocurre que la aguja “baila” en una serie de rápidas fluctuaciones del nivel de combustible.
El sistema indicador de combustible se forma de dos elementos principales, por un lado el reloj o indicador del cuadro y por otro el aforador de la bomba de gasolina. Este último elemento es una boya que flota y que está conectada a un potenciómetro. Según su posición, da una lectura al indicador del cuadro.
Que la aguja de combustible baje más rápido o más despacio en algunas zonas no necesariamente implica un malfuncionamiento del sistema indicador de combustible. Las formas de los depósitos son responsables de estos comportamientos. Por ejemplo, es habitual que la aguja dure muchos kilómetros tras llenar hasta arriba un depósito. Esto sucede porque desde la posición más alta de la boya del aforador hasta la boca de entrada del combustible, el aforador siempre permanecerá en la posición más alta posible, indicando, por tanto, el llenado máximo.

Fuertes inclinaciones pueden dar lugar a una lectura errónea
Tampoco supone un malfuncionamiento que el nivel varíe si el coche está situado en una pendiente. Estas condiciones hacen que el combustible se mueva, y por tanto, también el punto de flotación de la boya, que puede dar lugar a una lectura errónea. En los coches más modernos, el vehículo ha de estar un rato en estas posiciones inclinadas para mostrar la lectura, los cambios repentinos de corta duración no suelen afectar al sistema, que sabe interpretar (hasta cierto límite) estas situaciones.
Los depósitos de combustible acostumbran a tener en su interior una serie de paredes, para evitar que el combustible se mueva en exceso en las curvas, pudiendo dar lugar a que la bomba se descebe y el coche tironee por falta de combustible. Estas paredes son también las que evitar que en curvas el medidor de nivel pueda dar una lectura errónea, ya que al desplazarse el combustible, la posición del aforador y por tanto, su lectura, varía.
¿Por qué falla el indicador de combustible?

Bomba de gasolina con aforador
Vistos estos puntos, tenemos que empezar a preocuparnos si vemos que el reloj de gasolina hace cosas raras cuando circulamos de forma normal. Las variaciones en pendientes o en fuertes curvas podemos dejarlas como parte del funcionamiento normal, sobre todo en los coches más antiguos.
El indicador de combustible puede fallar por muchas cosas. Si la aguja no se mueve de la posición de reposo y tampoco funciona la luz de reserva, las causas pueden ser varias. El circuito eléctrico puede estar cortado, bien físicamente por un cable roto o bien por un fusible fundido, así como por una falta de masa. También es posible que el propio reloj indicador esté averiado, o el fallo puede provenir de un aforador defectuoso.

El aforador está unido a un potenciómetro que manda la señal al cuadro
Son varios los frentes abiertos, así que habrá que descartarlos paulatinamente realizando las comprobaciones pertinentes.
Si el nivel de la gasolina fluctúa mucho en condiciones normales, es posible que se deba a un problema de masa incorrecta o también a que el depósito pueda estar deteriorado y se hayan podido desprender algunas de sus paredes de contención internas, dando lugar a mayores movimientos del combustible.
Este problema también puede deberse a algún problema eléctrico del aforador o del propio reloj, así como a un problema físico de la boya del aforador, que podría quedar atascada por suciedad acumulada. Si el problema está en la luz de reserva, que no se enciende, puede que se haya fundido la bombilla del cuadro de relojes.
En caso de que el problema sea que el reloj da una lectura fija, independientemente de su posición, el fallo puede estar en un aforador atascado o en un indicador defectuoso.
¿Cómo reparar el indicador de combustible?

El polímetro es una herramienta imprescindible para detectar fallos eléctricos.
Esta tarea puede resultar complicada. El primer punto es detectar el origen de la avería, que como hemos visto, puede tener procedencias muy diversas. Una vez localizado el problema habrá que reemplazar la pieza problemática.
Podremos comenzar intentado descartar una avería mecánica o eléctrica del cuadro. Para ello puentearemos los dos contactos del aforador (o poniendo el positivo a masa) y comprobaremos si el nivel de gasolina sube hasta arriba. Si marca el máximo, el problema no es del cuadro de mandos ni de su cableado. En algunos vehículos con limitadores de tensión este sistema de comprobación podría no funcionar.
Si esta parte es correcta procedemos a comprobar el potenciómetro del aforador. Para ello soltaremos los cables del mismo e intercalaremos un polímetro. Moviendo el aforador con la mano deberemos observar un cambio lineal y coherente de la resistencia que mide el multímetro.
El precio variará en función del elemento defectuoso. Si es un cable cortado, una mala masa o un fusible, la reparación puede costar unos pocos euros si lo llevamos al mecánico, o nada si lo hacemos nosotros. Si la fuente es el aforador, habrá que ver si con una limpieza se soluciona el problema o si por el contrario hay que reemplazar el conjunto completo o incluso la bomba del depósito (unos 200 euros).
El problema también puede radicar en el propio depósito, lo que sería una reparación más costosa en caso de precisar una sustitución. Si fuera el reloj de gasolina el origen de los problemas, habría que ver si esa referencia se vende por separado o si por el contrario es necesario reemplazar todo el cuadro de relojes, lo que puede tener un coste considerable.
El artículo Cuando el indicador de combustible no funciona… ha sido originalmente publicado en Actualidad Motor.