Image may be NSFW.
Clik here to view.
A la hora de adquirir un coche, una de las decisiones que debemos tomar, junto a la elección de nuestro nuevo y flamante vehículo, es la elección de su seguro. Es muy importante elegirlo bien y prestar mucha atención a cada una de las cláusulas, para evitar así posibles sorpresas cuando nos veamos en la obligación de hacer uso de nuestra póliza.
En un pequeño resumen, nos detenemos en algunas básicas e indispensable, además, te daremos pequeñas pautas para descubrir posibles trampas y evitar aquellas cláusulas que nos resulten perjudiciales.
1. Asistencia en viaje.
Image may be NSFW.
Clik here to view.
Gran parte de los seguros a “Terceros” lo incluyen, y básicamente consiste en la asistencia tanto al conductor como al vehículo en caso de fuerza mayor (accidente o avería). Antes de contratar, debemos mirar desde qué kilómetro se presta la asistencia, ya que esto es de vital importancia. El punto kilométrico 0 sería el domicilio declarado en la póliza, lo que quiere decir, que si nuestra asistencia comienza desde el kilómetro 5, no nos cubrirán averías que ocurran en la puerta de nuestra casa (con sucesos tan comunes como la batería descargada o pérdida de llaves).
A menudo, la asistencia en viaje separa al conductor y pasajeros del vehículo, por lo que también es común que, por ejemplo, se preste asistencia al vehículo desde el kilómetro 0, pero a los ocupantes la asistencia comience desde el kilómetro 15.
También debemos tener en cuenta si nuestra póliza nos ofrece la posibilidad de un vehículo de sustitución (ya sea de forma temporal o hasta el fin de la reparación), aunque si no lo incluyese y estuviésemos interesados en esta cobertura, la mayoría de aseguradoras lo ofrecen a cambio de abonar un pequeño sobrecoste.
2. Robo
Image may be NSFW.
Clik here to view.
Es una cobertura indispensable si acabamos de adquirir nuestro vehículo nuevo, y muy importante para aquellos vehículos que ya acusen algunos años. En ella, debemos detallar los accesorios incluidos, sean de serie o no, para garantizar el 100% de la cobertura.
Debemos recordar que cubrirán daños ocasionados a la carrocería o tapicería del vehículo, además de los elementos del vehículo sustraídos siempre que presentemos una denuncia al organismo adecuado.
También debemos mirar con detenimiento que ocurre en caso de siniestro total, ya que existe la posibilidad de que, pese a que nuestro vehículo cuente solo con unos meses de vida, el seguro trate de indemnizarnos solo con el valor venal, cuya indemnización es siempre inferior al valor del vehículo nuevo.
3. Incendio
Image may be NSFW.
Clik here to view.
Otra de las coberturas a mirar con detenimiento antes de contratar, aunque si hablamos de un vehículo nuevo, el riesgo de incendio es menor que en vehículos de cierta edad. Esta cobertura nos cubrirá daños tanto parciales como totales, aunque al igual que con la cobertura por robo, debemos saber si la cobertura es con valor total o venal en caso de vehículos con hasta uno o dos años de edad.
4. Lunas
Image may be NSFW.
Clik here to view.
Es quizá una de las coberturas más usadas, ya que la rotura de lunas de los vehículos es bastante común. Abona la luna a sustituir, así como la mano de obra del taller, y cubre el parabrisas, ventanillas laterales, luna trasera, y si es un equipamiento de serie, el techo solar.
5. Daños propios
Image may be NSFW.
Clik here to view.
Más conocido como “Todo Riesgo”, es muy habitual la contratación de este tipo de pólizas en vehículos nuevos. Pese a su nombre, debemos revisar con lupa las exclusiones, ya que algunas pólizas no cubren daños producidos por fenómenos meteorológicos (granizo, inundaciones,…) o bien aquellos daños producidos en accidentes cinegéticos, los cuales, en seguros baratos son clausulas a parte que tienen un sobrecoste.
Algo que podemos hacer para ahorrar en nuestro “Todo Riesgo”, es contratar una franquicia, la cual ayudará a disminuir de forma considerable el coste total de nuestra póliza, aunque debes saber que con esta modalidad, debemos abonar la franquicia contratada con cada parte que demos (haciéndose cargo el seguro del resto del coste total de la reparación), y por norma general, las aseguradoras dividen en cinco partes el vehículo (frontal, trasero, lado izquierdo, lado derecho y techo), lo que significa que si queremos reparar el frontal y un lateral, se consideran dos partes, y debemos abonar dos veces la franquicia.
Por ello, aunque salga más barato, debemos ser conscientes de este aspecto de los “Todo Riesgo” con franquicia.
Fuente – Acierto.com